jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Qué es especismo?


Aquellos que apoyan la liberación animal son frecuentemente descalificados por decir que los animales humanos y los no humanos son iguales o que deben ser tratados por igual. En cierto modo estas críticas son correctas. Los humanos tenemos muchos intereses que no son compartidos por los animales, por ejemplo la libertad de expresión, libertad de culto, el derecho al voto... Pero del mismo modo, las feministas han pedido el derecho al aborto –un derecho que no puede ser aplicado a los hombres-, pero esto no hace que el término “sexismo” carezca de significado. Cuando decimos que todas las personas son iguales no nos referimos a que todas ellas tienen las mismas capacidades. Decimos que todas deben ser tratadas del mismo modo sin importar las capacidades que posean. Incluso en el caso de ser probado que las mujeres fuesen menos inteligentes que los hombres, esto no sería una razón para tratar mal a las mujeres. Es un error tratar mal a las personas en base a las capacidades que posea o de las que carezca, ya que lo verdaderamente importante no es su capacidad intelectual sino su capacidad para sentir dolor, sufrimiento y alegría. De este modo, el principio de igualdad aplicado a los humanos también puede ser aplicado a los animales, que también sentir dolor, sufrimiento y alegría. Esto no significa que debamos darles a los peces el derecho a votar, sino que los tenemos que dejar en el mar. Significa que los consideremos iguales por el hecho de que pueden padecer sufrimiento y disfrutar de la vida, sin importar el sexo, la clase social, la raza o la especie del ser específico. A pesar de que es difícil comparar intereses, creo que se pueden hacer algunas generalizaciones al respecto. Todos los seres tienen un interés en mantener una integridad física (en no ser mutilados o heridos por otros). Este interés es muy importante, y lo es más que, por ejemplo, una preferencia de comida como puede ser el preferir comer chuletas de cerdo a comer lentejas. La única razón para darle mas importancia a tu trivial interés por comerte al cerdo por encima del interés vital del cerdo en mantener su integridad física es la especie del cerdo, una especie no humana. El creer que tu interés trivial es más importante que el interés vital de un cerdo es especista, porque no consideras por igual intereses que sí son iguales, únicamente basándose en la especie. Es lo mismo que el no dar la misma consideración a los intereses de las personas negras por su raza. De este modo, el no ser especista no significa tratar a los animales humanos y a los no humanos del mismo modo, lo cual es obviamente ridículo. Significa dar el mismo valor a iguales intereses y necesidades –intereses que varían de una especie a otra. La mera pertenencia a una especie no puede ser una razón para menospreciar los intereses de un individuo, al igual que tampoco puede serlo el pertenecer a un sexo o una raza determinada.

¿PORQUÉ INTERESARNOS POR LOS ANIMALES CUANDO HAY TANTOS HUMANOS POBRES Y OPRIMIDOS EN EL MUNDO?

Esta es una pregunta con la que frecuentemente se encuentran aquellos que luchan por los animales, y es importante que tengamos una buena respuesta. La respuesta más sencilla es: “Porque los animales son animales – ósea que ¿porqué hacer una jerarquía del sufrimiento? ¿tú no propones que las organizaciones caritativas inviertan sus esfuerzos en temas mas importantes como el S.I.D.A. en África!” Hay seres sufriendo en todas partes, y no podemos ayudarlos a todos. Así que tenemos que centrarnos en algunos, y esa elección debe hacerse en base a nuestras propias capacidades, experiencia y preferencias así como en las necesidades de cada caso.
Pero en nuestra sociedad el decir que “los humanos somos animales” es sorprendentemente un tema controvertido. Al igual que decir “Jesús era Judío” es tan solo constatar un hecho irrefutable, porque los seres humanos no somos plantas ni minerales ni tampoco hongos: somos simios. Pero hemos sido condicionados a pensar que somos tan diferentes a los otros animales que no debemos incluirnos en la misma categoría que ellos –por el contrario la palabra “animal” generalmente se emplea para referirse a “todos los animales excepto los humanos”. Hay una creencia fuertemente enraizada pero débilmente elaborada en que existe una diferencia radical entre los humanos del resto del reino animal. En la Antigua
Grecia creían que solo los humanos tenían capacidad de razonar; en el Cristianismo la creencia consiste en que solo los humanos poseen alma. Este pensamiento dual tiene otras importantes características. En primer lugar, se da por hecho que el “racional” debe dominar al “irracional”. Todos los seres no racionales existen para servir a los racionales de acuerdo con los pensadores griegos, y en el Génesis dios claramente otorga al ser humano el dominio sobre el resto de criaturas para que las use como considere oportuno. Las necesidades de los otros seres son ignoradas y su existencia solo es tenida en cuenta cuando afecte a las necesidades o deseos de los humanos. Segundo, a pesar de que los humanos dependen de la naturaleza para sobrevivir, esta dependencia es negada, como si fuésemos dioses, y la interrelación entre nosotros y el resto de seres vivos es ignorada. Tercero, la gran diversidad de seres “irracionales” es ignorada solo son “naturaleza”.
Pero no son los “humanos en general” los que definen qué significa el ser un humano, los que deciden qué es eso que nos separa tan radicalmente de todas las demás formas de vida.
Es una clase de humanos en concreto la que a lo largo de la historia en cada ‘época ha ido renovando las creencias duales: los hombres blancos de la clase social dominante. En Grecia eran los hombres poseedores de esclavos, y todos aquellos humanos que no encajasen en su ideal de racional se les consideraban inferiores a los humanos. En la práctica esto significaba que las mujeres, que eran consideradas como menos racionales que los hombres, debían servir a los hombres, y los extranjeros que eran maleducados e irracionales debían servir a los griegos como esclavos.
En ‘épocas mas recientes los colonos que se toparon con los nativos americanos y australianos pensaron que eran animales, o al menos consideraron que eran suficientemente “parecidos a los animales” en el modo en el que vivían y pensaron que el capturarlos y el ocupar las tierras en las que vivían no tenia nada de malo.
Incluso hoy, las ideologías racistas, clasistas y sexistas califican a la clase oprimida como más “natural” y de este modo por consecuencia mas preparados para ser dominados o usados por la clase opresora. Frecuentemente la comparación es debida a una escasa inhibición sexual que se considera un motivo para relacionarlo con los animales, como por ejemplo el llamar “animal” a alguien que tiene un elevado apetito sexual, alguien que es una “fiera”. O el estereotipo puede ser positive: la idea de la mujer estando íntimamente relacionadas con la madre tierra, de los nativos que amaban el medio ambiente. La dependencia por parte de los hombres hacia las mujeres, de los países ricos hacia los pobres, de los humanos hacia la naturaleza, es negada, y lo otro es visto como algo completamente igual, como adherirse a un estereotipo “natural” de lo que debe ser el otro.
Así que el razonamiento empleado para separar a los humanos del resto de animales, y para justificar el dominio de los humanos y la instrumentalización de el resto de formas de vida como meras herramientas de uso para los humanos, es también separar al hombre de la mujer, al blanco del negro, a la clase alta de la baja, y la las culturas occidentales de las culturas indígenas de los países pobres. La ideología afirma que estos grupos son radicalmente diferentes porque el grupo dominado es mas “similar a los animales” o “mas natural (N dT:salvaje) que el grupo dominador, que es completamente humano. Y por esta diferencia, el grupo dominante tiene derecho a controlar y usar al grupo de humanos subordinado: esta opresión se contempla como un comportamiento correcto por parte de un ser racional, al igual que es correcto el que los animales empleen a los animales para sus propias metas, y convertir el medio salvaje en campos de cultivo.
En las guerras, el enemigo suele ser calificado de “animal” para que resulte más fácil matarlos. Los Nazis comparaban a los judíos con credos o perros, y diseñaron campos de concentración basándose en los mataderos. Frecuentemente usamos la frase de “eran tratados como a animales” que quiere decir “eran tratados sin el más mínimo respeto”. Hacer esta afirmación es aceptar el derecho de tratar a los animales sin respeto. Si la cultura cambia y los animales son respetados, entonces “tratar a las personas como animales” perderá su horrible significado. La esclavitud y el genocidio fueron creados basándose en el trato de los humanos hacia el resto de animales; en la primera sociedad de esclavos, Mesopotámica, la palabra esclavo significaba literalmente “vaca”. El control del hombre a la mujer y al proceso reproductivo por medio de instituciones como las opresoras leyes matrimoniales fueron diseñadas basándose en el control de los humanos varones de los procesos reproductores de los animales domesticados hembra.
La liberación animal trata de reconocer que otros animales tienen necesidades y pretende que sean respetados como tales. Los animales tienen su propias y específicas características y capacidades que con frecuencia superan con creces las nuestras. Ningún atributo existe en ninguna especie que haga sea seleccionada como tan especial que haga a esa especie mas valiosa que todas las demás juntas. Los seres humanos, es cierto, tienen una gran capacidad para realizar complejas expresiones y pensamientos; pero algunos peces pueden “ver” usando radares electromagnéticos; hay aves que pueden emigrar miles de quilómetros por encima de territorios desconocidos; las hormigas pueden vivir en enormes comunidades armoniosas. Todos estos atributos son magníficos y espectaculares y nos pueden parecer maravillosos, pero ninguno otorga el derecho de dominar y ninguno implica que ninguna especie sea una categoría única.
Lo que compartimos es igual de importante. Si vemos al mundo no humano de este modo entonces hacemos que sea imposible mantener los pensamientos dualistas que son la base de la dominación por parte de unos grupos humanos sobre otros.
Llegamos a comprender que los humanos también son ricos por su diversidad, que esta diversidad no es la base para crear una jerarquía, sino que también tenemos mucho en común.
Blancos o negros, mujeres u hombres, todos somos humanos capaces de ser compasivos y de tener pensamientos complejos; y a la vez somos extraordinariamente diversos en la cultura, y esa diversidad debe ser respetada. Y si los animales son respetados, entonces ser de algún modo “como un animal” jamás volverá a ser excusa para cometer violaciones, asesinatos o genocidios.
La liberación humana y animal siempre irán de la mano.
Extraido del fanzine MV

miércoles, 19 de agosto de 2009

Carta al director




Hace unos días Karina vocera de UVVAN envió una carta al director del mercurio de Antofagasta dando a luz la noticia sobre Bolivia y la ley de prohibición de animales en los circos la cual fue publicada el jueves 06 de agosto del 2009.

Lo único fue que no publicaron el título original que era "victoria para los animales".